viernes, 13 de septiembre de 2013

III. Madness.

-Oh, Alejandra, ya veo que estás mejorando.

Me desperté tumbada, supuse que me encontraba en la enfermería del instituto y junto a mí estaba la enfermera, conocida por su poca amabilidad y por lo fría que era. Notaba el pulso en mis sienes y una gran tensión en mi brazo izquierdo. No sabía lo que ocurría, no sabía que me había pasado, y en lo único en lo que pensaba era en ir a clase, porque estaba retrasándome.

Me levanté apresurada de la camilla y cuando me aproximaba a la puerta la enfermera se puso delante de mí impidiéndome la salida.

-¿A dónde crees que vas, jovencita?
-Debo ir a clase...Llego tarde.-intenté salir de nuevo.
-Oh, no te preocupes por eso...Tu abuela está en camino. Te marchas a casa.-puso una de sus manos en mi pecho paralizándome. Me dio otra punzada en el brazo.
-De...de acuerdo...Pero debo coger mis cosas.
-Sí, aquí tienes.-dijo dándole una pequeña patada a mi mochila.

Intenté coger la mochila, pero el dolor que tenía en el brazo lo impidió y decidí sentarme en una silla. La enfermera ignoraba que yo aún seguía ahí, mostrando su poco interés como era habitual.

Nana llegó enseguida, fuimos a casa en autobús y aquel trayecto fue distinto a los demás. Nana y yo solíamos hablar de muchísimas cosas, pero en esa ocasión me lo pasé mirando por la ventana, sin saber qué andaría buscando en la calle. Nada había cambiado, nada excepto yo.

Volví a curarme la herida después de darme una ducha, mientras me duchaba intenté olvidarme del día tan horrible que había tenido, así que me puse un poco de música para relajarme. La relajación duró poco, de pronto empezó a sonar 'Bleeding Out' de Imagine Dragons y a mi mente volvió la imagen de la sangre saliendo de mi piel. No quise seguir pensando en aquello y menos aún en el color que me pareció ver en la sangre, ¿azul y brillante? ¿De dónde me habría sacado aquello? Seguramente habría sido fruto de mi imaginación, quizás estaría mareándome cuando me corté, yo nunca fui muy amiga de la sangre.

Mi humor seguía cambiando, eso era seguro. Incluso Nana lo notaba, evitaba hacer preguntas simples como: ''¿Qué quieres de cena?'' Por si recibía una mala respuesta.  Y yo me sentía fatal por ello...Nana no se merecía ese trato, ella no tenía la culpa de mi cambio, y ni yo la tenía. ¿Por qué me pasaba aquello a mí? ¿Qué había hecho? Mi vida estaba bien, iba bien en los estudios, tenía a Aitor y a Nicki, a mis padres los tenía lejos, pero sabía que seguían estando ahí para mí. Eso sí, lo último que quería en esos momentos era preocuparlos también a ellos. Aún me quedaba la esperanza de que aquello que me pasaba terminaría pronto, aún tenía la esperanza de que quedaba algo de mí conmigo.

Pasaron varias semanas, quizás 3 ó 4, aunque no recuerdo la cuenta ya que durante aquellos momentos me sentía completamente ida, mi mente no iba bien, seguía con aquellas pesadillas; sin embargo, cada vez lo veía todo más claro. Nacho seguía apareciendo en ellas, pero ahora le acompañaba algo nuevo, algo que había tratado olvidar porque no lo veía lógico...Aquella sangre azul y brillante. La tenía en sus manos, se le veía preocupado, mirando hacia el suelo, quizás buscando una respuesta como yo lo hacía en esos momentos. No se encontraba nada a su alrededor...Simplemente se le veía a él, rodeado de árboles y de hojas marrones teñidas de aquella sangre misteriosa. Mi mente se contradecía ya que lo llegué a ver hasta lógico; llevar tanto tiempo soñando aquellas cosas formaba parte de mi rutina, ya lo consideraba normal. Hasta que un día en mis sueños empezó a aparecer Érika, ¿qué hacía ahí? Quise buscarle una explicación pensando en que la sangre me había salido con ella delante, quizás todo serían remordimientos, pensamientos que deberían salir de mi mente, y quizás la mejor manera sería escuchando música. 

''Hypnotised'' de McFly comenzó a sonar en mi habitación. Me tumbé en la cama, tratando de buscar la tranquilidad. No absoluta, ya que sabía que no la iba a encontrar...Pero me merecía un descanso. Cuando escuché los versos: 'I can't get you off my mind. That's when I realised you had me hypnotised'. Me di cuenta de que quizá todo había sido culpa de Nacho...Empecé a creer en la brujería, pero me pregunté en varias ocasiones si realmente sabía lo que estaba haciendo, ¿cómo podía haber llegado hasta allí? Me estaba volviendo loca. Estaba llegando a tal punto de locura que no era normal, necesitaba contárselo a Nana. Debía hacerlo.












1 comentario:

  1. Me encanta la brujería ;)
    Espero q trate de eso :P
    Jeje adioos!!

    Pd. Estoy escribiendo una historia en mi blog, ¿te pasas? Gracias
    101pensamientos.blogspot.com
    Se llama Divas Malvadas

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