sábado, 30 de noviembre de 2013

VI. Sueños.

Pasaron días e incluso semanas. Todo volvía a ser ameno, o así lo parecía. Me volvía a encontrar bien, pensé que todo aquello que me había pasado sería una racha más en mi corta vida, algo que debía pasar todo el mundo alguna vez. Por ello, decidí ignorar el tema, ocuparme de mi misma y para ello me centré principalmente en los estudios y me volví más solitaria.

Lo único que me preocupaba en aquel momento además de mis estudios era la música, aún sigo sin entenderlo pero era la única que me podía ayudar, era con lo único que me sentía plenamente bien, cualquier letra era plena identificación, me sentía llena por dentro, algo contrario a aquel vacío que tuve semanas antes, que irónicamente, a pesar de ser un gran vacío la presión me oprimía el pecho y me quitaba la respiración.

Me desperté, justo en el instante en el que empezaba a sonar 'When You Can't Sleep At Night' de Of Mice & Men. Esa canción me relajaba tanto...Tanto que me sentía en otro mundo, era extraño porque realmente tenía vivencias, algo parecido a un sueño pero en el que sentía las cosas con mucha fuerza, la suave caricia de una mano en la mía, mientras me retiraban el pelo y lo colocaban detrás de mi oreja, las frescas gotas de lluvia que se precipitaban en mi cara e inundaban mi corazón. Los olores eran sorprendentes, me encontraba en un bosque precioso, en el momento de crepúsculo, y mi nariz era capaz de captar un olor tremendo a pino y eucalipto, algo que me hacía ensanchar los pulmones y sentirme viva. Mientras tanto, sonaba 'Wash' de Bon Iver, una canción que se encontraba en mi lista de reproducción, y la explicación principal podría ser que mientras dormía se reproducía en el aleatorio, pero las sensaciones eran tan sentidas que volví a extrañarme. 

Esta vez no me asusté, no sentí estas vivencias como una amenaza para mi vida. Quizás sí podrían cambiarla radicalmente, pero no veía el lado negativo a ello, mis expectativas eran buenas, aunque ni siquiera sabía quién me acariciaba la mano ni quién me retiraba el pelo de la cara, no me importaba, necesitaba algo distinto, algo distinto pero bueno, y aunque me extrañara no le di la más mínima importancia, eran de esos sueños en los que me quedaría a vivir para siempre.